A veces, me sorprende la incomodidad que percibe un paciente cuando le preguntamos, en consulta, sobre el uso que hace de las Redes sociales, o el tiempo que pasa en estas, así como navengando en Internet.
La tendencia común, es minimizar la importancia que las Redes Sociales tienen en nuestras vidas, disimular, o considerarlo una información innecesaria: pero esto no es cierto.

Nos guste o no, la mayoría de las personas consumen una cantidad de tiempo vertiginosa dentro de Internet, incluso, cuando son pacientes que se quejan de estrés o de falta de tiempo, pocas son, hoy en día, las personas, que no hacen de dispositivos como el móvil, una extensión de sí mismos, y no solo eso, internet termina dando lugar a un espacio, donde germina una vida que aunque virtual, está profundamente arraigada a la manera en que sabemos vivir está otra vida que es la real y que así mismo, nos genera pensamientos, emociones y conductas, a tener en cuenta en la terapia.
De modo, que hoy en día, tratar a un paciente a espaldas de la manera en que discurre su existencia en internet es un profundo error, que puede tener grandes implicaciones para la terapia.
No obstante, es fácil, como decía que el paciente que viene a consulta, muestre aunténticas resistencias a la hora de volver accesible su realidad virtual para el psicólogo, a menudo, parece que en absoluto quisiera colaborar del ejercicio de conectar esas dos vidas que discurren paralelas.
Precisamente por tal motivo, deberíamos hacerlo, porque el problema mayor con Internet y las Redes Sociales, es que a pesar de inundar nuestras vidas, no lo estás haciendo acompañadas de la responsibilidad que conllevan, del impacto que tienen en nuestra psique, nuestro estado de ánimo, nuestras relaciones, nuestros procesos de ansiedad, fobias, o depresión.
Quizás, el hecho mismo de que cuando le solicito a un paciente ayudarme a comprender cómo es su vida "virtual" exista un deseo expreso de impedirlo, como si se sintiera violado, señala imperantemente la necesidad de prestar más atención a esa otra vida, que no se lleva a consulta y que se reserva como vida aparte, insignificante, y que por dicha razón, va adquierendo el control de nuestra propia vida, sin conciencia y sin querer reparar en la responsabilidad que supone darle la espalda a las consecuencias de esta.
¿Por qué? Porque si un sujeto consume cinco horas de media al día ausentándose de su propia existencia para sumergirse, consciente o inconscientemente, en un mundo distinto: a parte de valorar una posible adicción, tenemos que concebir la posibilidad de que su vida virtual dificulte el proceso terapeutico o lo obstaculice.
Dicho esto, os recomemiendo, que si deciden comenzar un proceso terapéutico, tengan en cuenta que todas las parcelas de sus vidas (aunque discurran en las Redes Sociales) tienen un valor potencial, si nos atrevemos a mirarla y repasarla con ayuda del experto.
#Psicologa #Santander #redessociales #saludmental #psicopatologia #adiccion #dependencia #AyudaPsicologica #Terapia #Psicologia #Psicologia #Saludmental #autocuidado #PsicologoExperto #SaraRicoSolera #terapiaonline
Comments